miércoles, 22 de enero de 2014

Let's talk about pechugas, man.

Durante mi primer viaje al D.F. mi amiga me pidió que fuera a comprarle unas pechugas, a la “pollería” que estaba al final de la calle. Yo asumí que she was kidding, y me salí a buscar las pechugas. Al final de la calle descubrí que mi amiga was not kidding at all! There was a “pollería” con un big ol’ “POLLERIA” sign arriba de la puerta. Entré y vi que había pollos colgando del techo, como en una de esas tiendas de bromas, solo que aquí los pollos eran reales. It was all too real para mi.
After my mini shock, pedí lo que me habían encargado y Don Pollero me preguntó que si como las quería, y yo, sin pensarlo siquiera, respondí “en una bolsa están bien”. El señor se me quedó viendo con un areyoufuckingkiddingme.jpg look, and said “aplanadas, o sin aplanar?”
BAM! I didn’t see that coming!
Not knowing what to answer le dije que me diera unos minutos, que iba a ir a preguntar y que regresaría super fast con una respuesta. Una vez que mi amiga me dijo que aplanadas estaban bien, regresé a la pollería con la orden correcta, temiendo que me hiciera alguna otra preguntas que, of course, I would be not able to answer, pero no fue así. Salí de ahí con 2 kilos de pechugas aplanadas. En una bolsa, claro está. Sientiendome very proud of my accomplishment, como si I had just made a very difficult deal with the russian mafia.